La resistencia pacífica de Chinautla: defender la vida y el territorio

Con una población estimada de 114.752 personas, Chinautla es un municipio ubicado a siete kilómetros de la ciudad capital.

Entre las problemáticas que afectan al municipio destaca, en primer lugar, la actividad extractiva de empresas como la Arenera La Primavera, Arenera El Pino, Piedrinera San Luis y Arenera San Fernando. De hecho, la región lleva décadas siendo explotada como zona arenera, aunque es a partir de 1995 cuando se inicia la extracción a gran escala con maquinaria pesada que ha multiplicado los impactos sociales y ambientales. En la actualidad, más de 2.000 personas se están viendo afectadas de diferentes formas: desaparición de cerros; daños en las viviendas provocados por los movimientos masivos de tierra; problemas respiratorios de la población que vive más cerca de la carretera, derivados del polvo en suspensión que levantan los vehículos; disminución de la calidad del barro de la zona, materia prima utilizada en la artesanía, principal actividad económica de estas comunidades, etc.

El segundo gran problema municipal tiene que ver con la contaminación del río Las Vacas, proveniente del basurero de la zona 3 de la Capital, problemática que se acrecienta en época de lluvias. La defensa de este bien esencial para la vida ha sido protagonizada por las comunidades del pueblo Poqomam de Santa Cruz, Chinautla.

Como consecuencia de este proceso de degradación social y ambiental, muchas familias no han tenido otra alternativa que emigrar a otros municipios.

Ante estas agresiones, a partir de 1989 la Multisectorial de Chinautla comenzó a defender, de forma pacífica, su derecho a la consulta sobre proyectos areneros y económicos que afectan fuertemente sus formas de vida y organización. Dicha multisectorial está formada por autoridades de las comunidades de siete cantones de la municipalidad de Chinautla, Consejos Comunitarios de Desarrollo (COCODES) y otros colectivos como la Asociación de Mujeres Alfareras, Asociaciones de jóvenes e Iglesias Católicas y Evangélicas del municipio de Chinautla La Vieja.

Esta resistencia pacífica ha buscado el respaldo de instancias internacionales; realizado acercamientos a otras experiencias, como las autoridades de Iximuleu, para el reconocimiento de autoridades y Alcaldes indígenas; y logrado establecer mesas de diálogo con los ministerios de Salud y de Energía y Minas, así como con la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH). Sin embargo, dichos espacios no están generando todos los resultados esperados, ni logrado evitar dinámicas de represión y criminalización en forma de denuncias en contra de autoridades y personas de la comunidad, de diputados sensibles que canalizaban las correspondientes interpelaciones en el Congreso de la República, etc. Además, se tiene conocimiento de que la gremial de areneros se está organizando y buscando el apoyo de otros sectores privados y la Cámara de la Industria.

Todo ello se produce, a su vez, en un contexto general de reducción del espacio cívico democrático y atentado sistemático a la separación de poderes.

Más información:
https://pbi-guatemala.org/es/qui%C3%A9n-acompa%C3%B1amos/multisectorial-de-chinautla